La manera más sencilla y directa de responder la pregunta de ¿Qué es el Trail running? Es correr en la naturaleza. Más sencillamente, vivir la naturaleza. Y no hace falta estar en alta montaña, ya que también se corre en senderos de sierras, bosques e, incluso, playas.
El Trail running es uno de los deportes más completos, en los que, además de un buen trabajo de piernas, se requiere un trabajo importante del tren superior. Es correr fuera de una pista o asfalto, recorriendo senderos y lugares a los que sólo llegas a pie. Cruzando arroyos, campos, caminos de piedras. Trepando y bajando desniveles marcados y altamente técnicos que requiere de máxima concentración. En pocas palabras, un deporte que se practica con cuerpo y alma.
Un deporte de cuerpo y mente
Más allá de que el nivel de exigencia física es importante, ya que el Trail running exige ascensos dificultosos en los que se disminuye la marcha y se pronuncia el esfuerzo de piernas, espalda, y brazos, es un deporte que conlleva un importantísimo trabajo de mente y estrategia.
Una de las mayores cualidades en el Trail running es conocerse uno mismo, conocer su cuerpo y sus limitaciones. Porque esa es la mejor manera de diseñar una estrategia de carrera (importante en todas las distancias). Y el trabajo mental es más que relevante, ya que por más entrenado que uno esté, si no está preparado mentalmente, es muy probable de que la pase mal, al punto de llegar a abandonar una competencia.
Un deporte-turismo
En los últimos años, el Trail running viene en crecimiento. Ese ascenso se potenció tras la pandemia del Covis-19, principalmente por dos motivos: el primero es que fue una de las primeras actividades masivas que volvió, casi un año antes de que comenzaran a reactivarse las primeras carreras de calle. Y segundo porque en las carreras de montaña las personas encontraron un espacio de esparcimiento que les permite conocer rincones naturales de sus países e, incluso de otros países del mundo.
Fue así que cada vez más runners encontraron en el Trail la mejor de las excusas para tomarse unos días de descanso, solos o en familia, y, de paso, correr. Además, correr en montaña te permite conocer rincones y acceder a lugares a los que un turista común no puede. Y, también, te plantea un desafío personal al que cada vez más personas quieren enfrentarse, para demostrarse que nada es imposible, salvo lo que nosotros mismos volvemos imposible.